Con investigación genética se busca impulsar la producción de cuyes en Ecuador

El proyecto se enfoca en preservar la diversidad genética y mejorar las razas de cuyes existentes en el país. Los cruces potenciarán su tamaño, color y pelaje.
Sandra Armijos Medrano
En Ecuador se crían 21 millones de cuyes al año, especialmente en las provincias de Chimborazo, Cotopaxi y Azuay.

El cuy (Cavia porcellus), también llamado cobayo o conejillo de indias, es un roedor originario de la zona andina de Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia, cuya carne es reconocida por su alto valor nutricional y bajo costo de producción.

Si bien en el país la ingesta de esta proteína está lejos de alcanzar la de Perú y Bolivia, donde existe un consumo anual de 1 a 1.5 kilogramos por persona, un proyecto impulsado por el equipo de investigación de sanidad animal y zoonosis de la Universidad Particular de Loja (UTPL) busca impulsar su consumo y producción a escala nacional.

El docente investigador, Luis Rodrigo Saa, cuenta que el estudio se enfoca en preservar la diversidad genética y mejorar las razas de cuyes existentes en el país. Para estudiar su microbiota y patógenos se recolectaron más de 1.300 muestras de ADN y tejido de la especie, las que fueron analizadas con técnicas avanzadas como la Next-Generation Sequencing (NGS), junto al Centro para la investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos de Portugal.

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Saa, explica que, a través de cruces naturales dirigidos se destacarán las características genéticas de los cobayos, tales como color de piel, pelaje y porcentaje de proteína, tal como lo hizo hace más de dos décadas Perú con la creación de la raza de cuy ‘Perú’, conocida por alcanzar el kilo de peso comercial en solo ocho semanas.

Los cuyes se clasifican por su pelaje. Los del tipo 1 se caracterizan por tenerlo corto, lacio y pegado al cuerpo, este es el más común a la hora de producir carne. Los de tipo 2 tiene el pelo corto, lacio y con rosetas o remolinos; el tipo 3 se divide a su vez en dos subtipos (pelo largo y lacio pegado al cuerpo, y largo y lacio en rosetas), mientras que en los de tipo 4 el pelaje es corto y encrespado.

“El de tipo 1 es el que más se consume en el país, así como el cuy criollo, este último es más pequeño pero tiene mayores propiedades organolépticas y es más rico, por lo que no queremos perder su crianza”, destaca.

Con la investigación, la universidad busca garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo agroindustrial para las comunidades rurales que dependen de esta especie. Actualmente, en Ecuador se crían 21 millones de cobayos al año, especialmente en las provincias de Chimborazo, Cotopaxi y Azuay.

Un cuy en pie listo para consumir con buen tamaño puede llegar a costar 6 dólares, mientras que preparado en un restaurante puede alcanzar los 15 o 20 dólares dependiendo de su dimensión.

“Esta proteína tiene potencial a nivel alimenticio y como opción sostenible frente a la ganadería tradicional. La crianza de cuyes no demanda de mucho alimento, espacio o grandes extensiones de tierra, por temas culturales no se ha ampliado su producción y solo se lo ha destinado a pequeñas fosas productivas, pero hay mucho potencial para crecer solo hace falta capacitación y educación técnica”, asegura Luis Rodrigo Saa.

Actualmente, en la estación de la escuela de Ingeniería Agropecuaria de la UTPL están disponibles todos los tipos y subtipos de cobayos existentes América del Sur y otros que se han desarrollado. A través del centro se busca proveer a la comunidad de reproductores de alta genética a precios accesibles, así como asistencia veterinaria para tratar las enfermedades propias de la especie. A futuro se espera crear también una escuela técnica para los productores.

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