Científicos presentan alternativa a la vasectomía: método ADAM, sin hormonas y reversible
El método, desarrollado en Australia, bloquea el paso de los espermatozoides mediante un hidrogel aplicado en los conductos deferentes.

Durante décadas, la conversación sobre anticoncepción ha estado marcada por un evidente desequilibrio: la mayoría de las opciones recaen sobre las mujeres. Pero la ciencia ha comenzado a cambiar esa narrativa. En Australia se formuló una nueva opción que podría transformar el panorama del control de natalidad masculino. Se llama ADAM, no requiere bisturí y podría convertirse en el primer gran avance anticonceptivo para hombres en mucho tiempo.

Desarrollado por la empresa australiana Contraline, ADAM es una inyección que se aplica en menos de 10 minutos, sin cirugía, sin hospitalización y, lo más importante para muchos, sin hormonas. ¿Su truco? Un hidrogel que se introduce directamente en los conductos deferentes, encargados de transportar los espermatozoides. Actúa como una especie de “filtro biológico” que bloquea el paso de estas células, impidiendo así la fecundación.
El tratamiento alcanza su máxima efectividad 30 días después de ser aplicado y promete una tasa de eficacia del 99,9%, comparable a la de una vasectomía, pero con una gran diferencia: es reversible. Aunque aún está en etapa de estudio clínico, los primeros resultados son prometedores. Hasta ahora, no se han reportado efectos secundarios graves.

Este innovador método ha captado la atención de investigadores y potenciales usuarios en todo el mundo. No solo representa un avance técnico, sino también una oportunidad de repartir con mayor equidad la responsabilidad anticonceptiva dentro de las parejas.
El camino hacia una amplia disponibilidad de ADAM aún está en construcción, pero una cosa está clara: la conversación sobre anticoncepción masculina ya no se limita al “preservativo o vasectomía”. Hay un nuevo jugador en la cancha, y su llegada podría marcar el inicio de una nueva era.