Annette Roberge, la mujer cumplió su sueño de graduarse de la universidad a los 70 años
Tras décadas dedicadas a su familia y superando la pérdida de su esposo en Vietnam, Annette Roberge se convirtió en la graduada de mayor edad de su universidad.

A sus 90 años, Annette Roberge se convirtió en símbolo de perseverancia y esperanza en la Southern New Hampshire University (SNHU), donde fue ovacionada por miles durante una de las ceremonias de graduación más grandes en la historia de la institución. El aplauso no fue solo por su edad, sino por la historia de vida que encierra cada línea de su diploma, finalmente conseguido en noviembre de 2024.
Originaria de Manchester, Roberge fue la graduada de mayor edad del recinto, y su paso firme hacia el escenario fue acompañado de gritos, vítores y lágrimas. No eran solo los suyos: eran también los sueños de una generación entera que no siempre tuvo tiempo para pensar en sí misma.

Annette terminó la secundaria en 1953, en el Manchester Central High School. Poco después, se casó con Edmond Roberge, con quien formó una familia de cinco hijos. Pero la vida no se detuvo para ella. El destino, en cambio, se llevó a su esposo cuando fue enviado a la guerra de Vietnam, donde murió en combate. Viuda y con cinco niños a cargo, Annette puso su propio futuro en pausa y eligió construir el de los demás.
“Quería estudiar, claro que sí. Pero mis hijos me necesitaban más que cualquier título”, declaró en una entrevista a WMUR-TV.
Durante años, se mantuvo firme. Acompañó, cuidó, trabajó. Pero el sueño universitario nunca se extinguió. Gracias al GI Bill, un programa que otorga beneficios educativos a familias de militares, Roberge retomó su camino académico con una convicción inquebrantable.
Lee también: Conmovedor video: hombre aprendió a maquillar a su esposa enferma
“Fue difícil, no voy a mentir. Aprender a manejar la tecnología fue un reto, pero cada clase me recordaba que nunca es tarde para aprender”, contó emocionada.
El día de su graduación, la sala entera se levantó cuando su nombre fue anunciado. No era solo una ceremonia. Era el cierre de un ciclo, y el inicio de otro donde los límites de la edad fueron vencidos por la fuerza de la voluntad.
Annette Roberge no solo obtuvo un título. Regaló al mundo una lección: que los sueños no caducan, y que, a veces, la vida solo está esperando que llegue el momento perfecto para cumplirlos.