Krystel Chuchuca: Madre y empresaria exitosa
Desde sus inicios en la actuación hasta la creación de su marca de ropa,
A Krysthel Chuchuca muchos ecuatorianos la conocimos en su faceta de actriz cuando participó en producciones de Ecuavisa tales como ‘Sharon la hechicera’ y ‘La Trinity’. Pero este solo fue el inicio de su carrera profesional, pues al poco tiempo de haber alcanzado reconocimiento a nivel nacional, esta ecuatoriana decidió emprender, persiguiendo el deseo de tener algo propio que le brindara estabilidad futura y le permitiera dejar un legado a su hija Amelia. Así llegó Lolilolita a su vida, la marca de ropa para mujer que actualmente cuenta con puntos de venta en Guayaquil y Quito, y una tienda online con envíos a todo el país.
¿Cómo lo logró? Convertirse en madre y emprendedora simultáneamente presentó desafíos únicos para Krysthel, quien compara el desarrollo de una empresa con la crianza de un hijo, destacando que ambos requieren dedicación constante y una gran capacidad de adaptación al cambio. “Fusionar las dos facetas y tener éxito en ambas es desafiante”, afirma. Y reconoce que hay días buenos y otros no tanto, pero enfatiza en la importancia de estar preparada para las diferentes situaciones que se presentan a diario.
Esta modelo e influencer señala que, aunque no es imposible, se necesita una fortaleza interna significativa para manejar las responsabilidades de ser madre y empresaria. “Un niño va creciendo, cambiando; las necesidades de ayer ya no son las mismas que hoy, y lo mismo pasa con una empresa”, explica. Esta perspectiva la ha llevado a desarrollar una resiliencia que le permite enfrentar el día a día tanto en su vida personal como profesional.
La creación de sueño
La idea de crear su marca de ropa surgió en un momento crucial, cuando estaba en el punto más alto de su carrera como actriz. “Aproveché esa oportunidad para crear algo propio”, comenta. Con una inversión inicial de $400 y un celular, comenzó a forjar su carrera empresarial, demostrando que es posible iniciar un proyecto con recursos limitados, pero con una visión clara.
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Su marca ofrece prendas de vestir que reflejan el estilo y la personalidad de Krysthel. Ella se encarga de la dirección creativa de ‘Loli’, como le llama, trabajando mano a mano con profesionales y diseñadores especializados, pero siempre manteniendo el enfoque en las necesidades y deseos de sus clientes. “Aunque parezca que sale todo lo que yo quiero, en realidad es lo que mi comunidad quiere”, señala. Y en esto afirma que encuentra el secreto de su éxito como empresaria, en saber escuchar al comprador por encima de sus propias ideas.
Sobre la aventura de sembrar en su hija
Al preguntarle sobre lo que más disfruta y anhela de su rol como mamá de Amelia, confiesa que lo que más quiere es que su hija sea un ser humano feliz. En medio de las demandas de su empresa, Krysthel resalta la importancia de dedicar tiempo para compartir con ella herramientas que ha ido descubriendo en el camino, como la conexión espiritual con Dios.
Y especifica que cuando habla de legado se refiere a algo que va más allá de la decisión futura de su hija sobre continuar con la empresa o no. “Quiero que ella tenga la seguridad de que todos tus sueños son posibles sin importar el tamaño...Esa para mí es la herencia más grande”, asegura, y quiere dejársela junto con la costumbre de trabajar en buenos hábitos enfocados en ella, en su cuidado personal, “que, si Amelia está bien, todo en su vida y alrededor lo estarán de igual manera”.
Entre lo personal y profesional: claves del éxito
Para mantener un equilibrio entre su vida como madre y empresaria, Krysthel ha adoptado rutinas saludables que incluyen ejercicio, una alimentación balanceada y prácticas de bienestar emocional y psicológico. “Aprendí que alimentarse bien es fundamental para que mi cuerpo y mente funcionen bien, y para poder entregar lo mejor de mí en mi trabajo y cuando llego a casa”, comparte. Estas prácticas le han permitido recargar energías y enfrentar con mayor claridad los desafíos diarios.
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Además, destaca la importancia de rodearse de personas que aporten valor y aprendizaje. “Nosotros somos, en su mayoría, la gente que nos rodea, lo que consumimos, lo que vemos, lo que escuchamos; de lo que nos alimentamos, todo eso influye”, reflexiona. Esta perspectiva de vida la ha llevado a construir un círculo cercano que la nutre y la impulsa a seguir creciendo.
Proyecciones futuras
Con una visión clara hacia el futuro, Krysthel tiene como objetivo internacionalizar Lolilolita. Ya ha identificado el país al que desea llevar su marca y está trabajando en la ejecución de este plan. “Esto no es un trabajo de ‘soplar y hacer botellas’; con lo que la experiencia me ha enseñado y mucha preparación, estoy dando este siguiente paso”, afirma. Para ello, cuenta con el apoyo de especialistas en negocios que la acompañan en este proceso, respetando su liderazgo y visión original.