El país registra un crecimiento importante en temas de cobertura, penetración de internet y expansión de redes, siendo la telefonía móvil uno de los campos con mayores avances. De acuerdo con el Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (MINTEL), Ecuador tiene 18,44 millones de líneas activas del servicio móvil avanzado (SMA), lo cual demuestra que existen más líneas activas que ciudadanos.
El operador de telefonía móvil con mayor número de abonados es Claro (Conecel) con más de nueve millones (54%); seguido por Telefónica Movistar (Otecel) con más de cinco millones (28%); y la estatal Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT EP, con más de tres millones de clientes (18%).
Actualmente, los títulos habilitantes de las operadoras telefónicas privadas están prorrogados y en proceso de renegociación de sus contratos. Uno de los ejes que ha merecido un análisis más detallado -asegura el MINTEL- tiene relación con las cláusulas de sostenibilidad económica adicionales.
Esta parte del contrato contempla que, “en caso que haya un aumento muy considerable de ingresos por parte de las operadoras privadas, el Estado pueda participar de ese aumento”.
Lea también: Con estas herramientas tecnológicas se están mejorando los servicios bancarios en el Ecuador
En Ecuador están operativas las tecnologías inalámbricas 2G, 3G y 4G. La cobertura de las dos primeras alcanza al 87,11% de la población, mientras que la última cubre al 75,92%, de acuerdo a información de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel).
Hacia finales de año, se prevé el despliegue de la tecnología 5G. De momento los prestadores del SMA han realizado pruebas en Quito y Guayaquil, mientras CNT ya cuenta con espectro en la banda de 3.5 GHz para su implementación.
Patricia Falconí, presidenta ejecutiva de Asetel, asegura que esta tecnología representa una nueva etapa en la evolución de las telecomunicaciones, al permitir una conectividad ultrarrápida, baja latencia y una masiva conexión de dispositivos fundamentales para aplicaciones como el Internet de las Cosas, ciudades inteligentes, automatización industrial, entre otras.
No obstante, considera que su despliegue enfrenta importantes retos estructurales y regulatorios que deben ser resueltos para garantizar su éxito, entre ellos, la asignación oportuna del espectro radioeléctrico; la ampliación de la infraestructura tecnológica y de redes; así como la revisión y adecuación del marco normativo que permitan habilitar nuevos modelos de negocio, sin cargas innecesarias.
Lea también: En el 2025, el celular será el protagonista de la experiencia de compra
Uno de los mayores desafíos del sector de las telecomunicaciones es reducir la brecha digital. Desde la Asetel se afirma que una de las medidas que contribuiría significativamente a disminuirla es la utilización de los Fondos de Servicio Universal, con los que la industria ha contribuido desde el 2008 y que se estima en 400 millones de dólares.
A criterio de Falconí, las empresas tienen interés por generar proyectos de servicios de conectividad para la ejecución de estos fondos o de pagar una parte de esos aportes con este tipo de proyectos.
Hasta el 2027 Puntonet prevé invertir 100 millones de dólares en la expansión de su red y en la modernización de su estructura. El director nacional de tecnología de la empresa, Roberto Falconí, asegura que uno de los proyectos más destacados es la ampliación de su red DWDM, la cual tiene capacidad para soportar velocidades de transmisión de hasta 800 gigabits por segundo por longitud de onda, además del despliegue de redes de acceso de alta velocidad sobre fibra óptica XGSPON y 25G-PON.
La empresa prevé la construcción de un nuevo centro de datos y ampliar la capacidad en la nube. La compañía cuenta con más de 23.000 clientes corporativos a través de Puntonet Empresas y más de 200.000 hogares conectados con su marca Celerity, la cual ingresó al mercado en 2016.
Lea también: Sector de Telecomunicaciones anuncia medidas para mantener la conectividad durante la crisis energética