Las pesquisas policiales ubicaron el móvil de una de las víctimas en una vivienda en el norte de Guayaquil. Allí, los agentes localizaron al actual detenido.
En 2018 fue sentenciado por asesinato, pero sus abogados apelaron la decisión y, en 2020, fue declarado inocente. La Policía lo relacionaba con actividades de narcotráfico.