El episodio es una nueva escalada del conflicto entre México y Ecuador, que rompieron relaciones en abril de 2024 después del asalto policial a la Embajada mexicana en Quito.
La Cancillería ecuatoriana respondió a los cuestionamientos realizados a los resultados electorales por parte de los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Claudia Sheinbaum.