El Consejo de Administración Legislativa (CAL) calificó la queja contra el asambleísta de la Revolución Ciudadana (RC), Ronal González, quien irrumpió en el Parlamento con un megáfono.
La queja fue presentada por la legisladora oficialista, Diana Jácome, para “dejar un precedente y no volver a la Asamblea del ayer”.
El hecho sucedió el pasado lunes 16 de mayo, cuando el militante del correísmo sorprendió a la Asamblea con un megáfono y gritó: “¿Si me escuchas, sinvergüenza?” a otro compañero.
Esto también como un acto de rebeldía ya que Ronal González ha mostrado su malestar porque aparentemente el presidente de la Asamblea, Niels Olsen, no permite que miembros de la RC intervengan en el pleno.
Ante este hecho, la asambleísta de ADN, Diana Jácome, interpuso una queja en el CAL, pues asegura que “no es posible que la Asamblea se convierta en una plaza pública” y solicita respetar la institución que los cobija.
La legisladora se ampara en el artículo 171 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, numerales 3 y 5, en los que se establece como faltas administrativas muy graves el provocar incidentes violentos y expresarse en términos ofensivos.
Las faltas administrativas muy graves son sancionadas con suspensión, sin remuneración, de treinta y un a noventa días, según la norma.
Este jueves, el Consejo de Administración Legislativa (CAL) calificó por unanimidad la petición de Jácome y el legislador González fue notificado para que conteste la queja en un plazo de tres días.
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Por su parte, Ronal González aseguró que no puede guardar silencio ante una realidad que se vuelve cada vez más evidente.
“Los derechos parlamentarios están siendo manipulados para silenciar, neutralizar e impedir que se escuche la voz legítima de la ciudadanía en la Asamblea Nacional. Lo que estamos viendo en las últimas sesiones, no es justicia, es persecución disfrazada de legalidad”, apuntó en la red social X.
Finalmente, reiteró que no lo van a callar y que seguirá alzando su voz, “luchando por una democracia real, donde la voz del pueblo no solo sea escuchada, también sea respetada”.