Entrevistas con más de 100 víctimas en 23 países, junto con documentos gubernamentales internos, revelan las tácticas que utiliza China para silenciar a los críticos más allá de sus fronteras.
La cuestión de Taiwán es "la primera línea roja que no debe cruzarse" en las relaciones entre Pekín y Washington, advirtió Xi según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.